Patrimonio, fiestas patronales y viejos amigos, tres buenos motivos para viajar
Coria, Plasencia y Santibáñez el Bajo han sido los tres últimos destinos de residentes y monitores del Centro Residencial de Nuñomoral, gestionado por Mensajeros de la Paz Extremadura en la comarca cacereña de Las Hurdes.
El sábado, 15 de junio, residentes y monitores viajaron hasta la Ciudad de Coria para pasear y conocer su casco antiguo. Impresionados quedaron con su hermosa catedral, así como las casonas palaciegas que salpican su parte antigua. Si el patrimonio fue el objetivo principal de este viaje, las fiestas patronales fueron el motivo de su excursión a Plasencia. La ciudad celebra cada año la Feria en el mes de junio y este año ha tenido el aliciente, además, de que sus pregoneras han sido dos jóvenes con discapacidad intelectual.
Tras el patrimonio y las ferias, la familia fue el tercer motivo de sus viajes. Dos de nuestros residentes descienden de Santibáñez el Bajo y hasta allí se desplazó una excursión para saludar a familiares y amigos. El grupo de excursionista fue recibido con grandes muestras de cariño por parte de los santibañejos, muestras que siempre llenan de alegría los corazones.
Tras un sábado tan ajetreado, qué mejor que disfrutar de una jornada de domingo tumbados al solito en las playas fluviales de Camionorismo, donde, además, disfrutaron de un estupendo picnic en sus sombreadas orillas.
Como decíamos al inicio de este artículo, cada año, residentes y monitores del centro hurdano viajan hasta Plasencia para asistir a la fiesta de verano organizada por el Centro Sociosanitario de Plasencia, centro con el que se mantienen excelentes relaciones. De hecho, este año, usuarios de Nuñomoral y Plasencia han participado en el programa de Terapia Asistida por Animales, diseñado por el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral y que ha contado con la inestimable colaboración de la protectora El Refugio de Plasencia.