Alumnos del Taller de Empleo “El colono” visitan las instalaciones de jardinería del Centro Ocupacional
Han pasado la mañana conociendo los viveros y los campos de labor de Mensajeros de la Paz Extremadura en Moraleja. Los y las estudiantes de Vegaviana finalizarán sus seis meses de formación en el próximo mes de septiembre
Ocho mujeres y dos hombres están realizando en Vegaviana el Taller de Empleo “El Colono”, especializado en Jardinería. Durante siete horas diarias, los estudiantes se forman en el cuidado y mantenimiento de jardines; aprenden a utilizar la maquinaria propia de este oficio y conocen nuevos trucos y sistemas para convertir jardines en vergeles.
Con los ocho estudiantes vegavianenses han viajado hasta Moraleja, la directora del Taller de Empleo y el monitor del curso. César Pelayo, educador responsable del Taller de jardinería y viveros para personas con discapacidad intelectual, fue el responsable de enseñar a los alumnos del taller de empleo las instalaciones y métodos utilizados para el semillado, el trasplante y cuidado de las plantas. Acompañados de Sonia García Sanchez, conocieron las instalaciones en su conjunto del Centro Ocupacional y la Unidad de Día gestionados por Mensajeros de la Paz Extremadura en Moraleja.
El Taller de Empleo “El Colono” ha sido cofinanciado por el SEXPE, la Junta de Extremadura y la Unión Europea. Diseñado para parados de larga duración, está dejando un gran sabor de boca entre sus estudiantes que reconocen la variedad de técnicas y sistemas que están aprendiendo a lo largo de este semestre, desde el tratamiento de terrenos y plantas, su fertilización, el tratamiento de plagas, el esquejado y la reproducción, entre otras cuestiones.
Como actividad final, los alumnos de El Colono enseñaron a los estudiantes del curso de jardinería que se está desarrollando en el Centro Ocupacional la forma de crear divertidas cabezas con semillas y abono. En un calcetín se introducen semillas de césped, a continuación se rellena la prenda con tierra y, mediante cuerdas, se la hace la forma de una cabeza. Para que el experimento tenga éxito, los creadores deben regar a diario el muñeco y en pocas jornadas éste lucirá un lustroso pelo verde.
