Un septiembre movido en Nuñomoral
El verano que ahora termina llevó a Nuñomoral una programación excitante que incluía un total de 21 actividades centradas en el deporte, el turismo, el cine y las fiestas tradicionales extremeñas. Septiembre, ha puesto fin a un verano 2019 en el que los residentes en el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral han crecido un poquito más.
El mes comenzó con dos de los mejores destinos de la Alta Extremadura: Cáparra y el pueblo de Granadilla.
El sábado comenzó rumbo a las ruinas romas de Cáparra que, desde hace dos ediciones es sede del Festival Internacional de Teatro de Mérida. En el centro de interpretación, los excursionistas pudieron conocer un poquito más a fondo el origen de este asentamiento romano que guarda un impresionante arco de cuatro lados. El origen de esta ciudad no está claro y los autores discuten si fueron vetones o romanos sus fundadores. Lo que sí parece claro es que, en su día, fue un importe enclave en la vía de la plata donde llegaron a vivir unas 5000 almas.
Si Cáparra es impresionante Granadilla no le queda a la zaga. Este pueblo fue un importante enclave extremeño a principios del siglo pasado con ricas tierras que surtían a sus vecinos de una boyante economía. De hecho, Granadilla fue la capital administrativa de la comarca de Tierras de Granadilla. Sin embargo, los planes hidrológicos estatales sumergieron bajo las aguas del gran embalse de Gabriel y Galán todas estas tierras y los vecinos se vieron obligados a emigrar y a abandonar sus hogares.
De origen feudal, surge antes los ojos del viajero una imponente muralla defensiva que guarda tras sus piedras y puerta de forja una población singular. Granadilla fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1980 y cuatro años más tarde fue incluido en el Programa nacional de Recuperación de Pueblos Abandonados.
Desde entonces, cada año, talleres formados por estudiantes van recuperando el estado original de este pueblo abandonado y protegido tras unas imponentes murallas. Y este fue el segundo destino de la jornada de los residentes en Nuñomoral.
Tras la primera visita que realizaron en los meses centrales del verano a Romangordo, siete residentes, acompañados de dos de sus monitores, han regresado en septiembre a Romangordo. El museo de pintura urbana al aire libre creado por su ayuntamiento llamó tanto la atención de nuestros usuarios que prestos han estado a regresar una vez han sabido que en sus fachadas han aparecido nuevas pinturas. El martes, 17 de septiembre, los excursionista aprovecharon el viaje para visitar también el Pantano de Valdecañas, ubicado en el término municipal de El Gordo.
Tras el patrimonio cultural y el arte urbano, también ha habido ocasión para la práctica del senderismo. La ruta tuvo lugar el martes, 17 de septiembre, y transcurrió por Las Hurdes Altas, incluyendo las alquerías de Riomalo de Arriba y sus miradores y Las Mestas. El jueves, 19 de septiembre, mientras el grueso de los residentes disfrutaba de sus últimas horas de sol y playa en Rota, Mercedes Martín viajó con siete de sus compañeros hasta Arroyo de la Luz para bailar al ritmo que marca King África.
El fin de semana finalizó en el parque pacense de Los Pinos y ahora comienza un otoño que, a buen seguro, será otra estación más para recordar.