Mensajeros de la Paz Extremadura visita Romangordo
Usuarios del Centro Ocupacional de Moraleja y residentes en el Centro familiar de Nuñomoral han visitado la capital de los trampantojos y han disfrutado en los talleres de aromaterapia. Disfruta del álbum de imágenes
Romangordo ha logrado tener un lugar propio entre los destinos turísticos. El secreto se esconde en sus paredes encaladas, en sus portones y viejas fachadas. Desde hace tres año, su ayuntamiento se ha empeñado en convertir esta pequeña localidad en un gran museo al aire libre en el que se han recuperado para la memoria los antiguos usos y costumbres rurales.
Este verano, residentes del Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral y usuarios del Centro Ocupacional de Moraleja, ambos gestionados por Mensajeros de la Paz Extremadura para personas con discapacidad intelectual, han viajado hasta localidad para pasar un día de asueto y ensueño.
Los usuarios de pretaller del Centro Ocupacional de Moraleja viajaron hasta Romangordo acompañados de su educadora, Elena Caballero. Un mes más tarde, siete residentes de Nuñomoral, acompañados de Mercedes Martín y Rosa María Panadero realizaron también este viaje y disfrutaron de estos mismos murales y evocadores aromas. Y es que Romangordo se ha convertido en un destino imprescindible en Extremadura.
Talleres de jabones y perfumes fueron parte de las actividades realizadas en sendos viajes. En “La Casa de los Aromas”, los usuarios y residentes de Mensajeros de la Paz Extremadura pudieron elaborar sus propios jabones de bonitas formas, jabones que luego pudieron llevar con ellos y regalar a sus seres queridos. Olores y colores exquisitos que lograron despertar en ellos todos los sentidos.
Tras los talleres realizados en La Casa de los Aromas, ambos grupo dieron un paseo por la localidad para disfrutar con la contemplación de sus numerosos y bellos trampantojos. Los trampantojos, como su propio nombre indica, son murales que logran engañar la vista haciéndonos ver paisajes, objetos o personajes reales donde antes había fachadas en mal estado o sin pintar.
Los trampantojos de Romangordo han protagonizado –y protagonizan– numerosos reportajes tanto en prensa escrita como en radio y en televisión. El ayuntamiento ha organizado “La ruta de los trampantojos”, un paseo que te permite conocer el homenaje que rinde el pueblo a su antigua fábrica de gaseosas, el recuerdo de los viejos oficios ya desaparecidos o escenas escolares de antaño.
En poco más de 1000 días, Romangordo ha logrado sumar más de 90 trampantojos.