"Los fines de semana con Mensajeros de la Paz Extremadura" visita Galisteo y Torre de Don Miguel
Terminada la temporada de baño y calor, “Los fines de semana con Mensajeros de la Paz Extremadura” se vuelven más activos y turísticos.
Ahora que aminoran las temperaturas, los chicos y chicas con discapacidad intelectual provenientes de Sierra de Gata, Valle del Alagón, Rivera de Fresnedosa y Las Hurdes dan la bienvenida a las actividades de otoño del Programa de Ocio y Tiempo Libre financiado por la Exma. Diputación de Cáceres.
En la primera de estas excursiones se ha realizado la visita al pueblo de Torre de Don Miguel ubicado en Sierra de Gata.
La salida comenzó en la Plaza de Torre de Don Miguel donde les esperaba María Jesús Nuevo, técnica y responsable del Centro de Interpretación Comarca Sierra de Gata, quien les ofreció una guía divertida y teatralizada por las calles más relevantes del municipio. De su mano, pudieron conocer cómo era la vida antiguamente, como ha cambiado con el paso de los años y a su vez algunas costumbres que han perdurado. Durante el tiempo que estuvieron allí, se convirtieron en protagonistas y ayudantes de Don Miguel viviendo la historia en primera persona, algo que ha gustado mucho a los excursionistas.
María no solo les contó la historia de Don Miguel, sino que les acercó un poquito más a sus habitantes a través de sus calles, ya que desde el 8 de marzo las calles llevan el nombre de las vecinas y sus apodos, algo que les pareció muy curioso y les encantó la forma en la que el pueblo rinde homenaje a su gente.
El segundo viaje les ha llevado a visitar el municipio de Galisteo. Una vez allí se adentraron en la zona amurallada a través de la puerta de Villa y recorrieron el pueblo desde lo alto de sus murallas, contemplando el paisaje e imaginando como defenderían el pueblo desde allí arriba.
Continuaron recorriendo sus caminos hasta llegar a la puerta del Palacio y La Picota que es la torre del homenaje del antiguo castillo de Galisteo.
Aunque en esta ocasión no contaban con la ayuda de un guía, no podían terminar la visita sin sentarse en la silla de la Reina y ver el Piricutín, donde ajusticiaban a los criminales, así es que como buenos aventureros que son, siguieron buscando hasta que dieron con ello y pudieron hacerse una foto de grupo.
Al finalizar las visitas sus caras reflejaban lo mucho que les había gustado estos dos pueblos, sus calles, su historia y sus vecinos y vecinas.
Ahora solo les queda esperar a que llegue el siguiente fin de semana para continuar con sus rutas y seguir conociendo pueblos y nuevas experiencias juntos.
En el margen izquierdo puedes encontrar enlaces directos a las fotografías de cada actividad.