El colegio Joaquín Ballesteros y Mensajeros de la Paz Extremadura trabajan por la igualdad
Todos somos únicos porque todos somos diferentes. Esta es la filosofía que hay detrás de la jornada de convivencia organizada por el colegio de educación infantil Joaquín con los usuarios del Centro Ocupacional de Moraleja. La relación entre ambos centros es muy estrecha. De hecho, los pasados Carnavales, como los anteriores, el desfile de Mensajeros de la Paz Extremadura finalizó en el patio de colegio y, en diciembre, el jovencísimo alumnado y su claustro de profesores se suma siempre a la Marcha por la Discapacidad.
Graciela Hernández Martín, directora del Joaquín Ballesteros, explicó al inicio de la jornada el hecho de que “todos somos únicos y especiales desde nuestro nacimiento”. Y así comenzó una jornada para trabajar sobre la igualdad y la diferencia.
El Centro de Educación Infantil dispone de nueve aulas y a ellas se incorporaron los usuarios por parejas. Allí se encontraron un buen montón de actividades ideadas para ellos y pudieron conocer el funcionamiento educativo del colegio. Así, supieron cómo funciona “El rincón de la paz”, un lugar para la conciliación cuando surgen desavenencias entre los y las estudiantes. Los usuarios, por su parte, también han explicado a sus jovencísimos amigos cómo es su día a día en el Centro Ocupacional, qué actividades realizan en sus respectivos talleres o cómo celebran los días especiales como el 8 de marzo o el 3 de diciembre.
Los niños presentaron orgullosos a los usuarios a sus queridas mascotas: Susa y Flor y éstos no dudaron en tomarse unas simpáticas imágenes para el recuerdo.
A la hora del recreo, alumnos y usuarios salieron al patio a compartir juegos. “Es muy hermoso ver cómo comparen tiempo y espacio unos y otros; cómo los pequeños tratan con la mayor nturalidad del mundo a nuestros usuarios”, declara Sonia García, educadora social del Centro Ocupacional. “Es realmente emocionante”, añade.
Desde el Centro Ocupacional también se preparó una batería de actuaciones para compartir en el colegio. Entre ellas hubo tiempo para la literatura oral. Julia Conejero, coordinadora de Ocio de la asociación extremeña, contó al auditorio dos cuentos interactivos en los que se requería la participación del público.
Una jornada compartida de tres horas de duración que provocó el disgusto de los pequeños anfitriones cuando llegó la hora de la despedida, “no querían que terminara”, recuerda la especialista de Mensajeros de la Paz Extremadura. Los usuarios fueron tomando uno a uno la palabra para agradecer al colegio esta jornada. “Todos ellos han manifestado sentirse muy queridos y emocionados porque los niños y niñas, así como también todas sus maestras, les han hecho sentirse muy especiales”, declara Sonia García.
Como despedida, juntos cantaron la canción “Extraordinarios”, cuya coreografía los niños y niñas habían trabajado con esmero y a más de uno se le escapó una lagrimita de emoción tras una jornada total de inclusión y cero prejuicios.