Estudiantes cilleranos realizan una quincena de propuestas con el proyecto “Alcemos nuestra voz II”
Estudiantes de quinto y sexto curso de primaria del colegio público cillerano Leandro Alejano están participando en la segunda edición del programa de participación infantil “Alcemos nuestra voz II”, diseñado y ejecutado por Mensajeros de la Paz Extremadura y financiado por la Diputación Provincial de Cáceres. Esta es la segunda edición del programa cuya primera convocatoria contó con la participación de niños y jóvenes, entre 7 y 14 años, de varias localidades serranas.
Dos técnicas de Mensajeros de la Paz Extremadura han trabajado con los estudiantes del colegio público cillerano el concepto de democracia, la importancia de la participación y el consenso para alcanzar acuerdos.
Tiro con arco, un campo de fútbol, toboganes y trampolines para la piscina municipal fueron las tres propuestas más votadas. Los estudiantes también propusieron la creación de una pista para caballos, la realización de un taller musical donde se impartieran clases de canto y baile o un taller de tradiciones cilleranas.
Un zoo, una pista de patinaje sobre hielo, un planetario…En su imaginario aparecían los recursos turísticos y de ocio de grandes ciudades. Las técnicas de la organización responsable del proyecto hicieron ver a los escolares la importancia de realizar propuestas adaptadas al ámbito donde podrían ser realizadas.
Las técnicas de Mensajeros de la Paz Extremadura destacan la “sensatez de los argumentos de los estudiantes en pos y en contra de todas las ideas a la hora de defender o desechar las propuestas”.
Antes de la lluvia de ideas, las técnicas proyectaron el vídeo y el periódico creado en la primera edición del programa de participación infantil. Los estudiantes se mostraron entusiasmados y esta exposición inicial ayudó a fomentar su partición en la posterior exposición de ideas y debate. Sara Augusto, participante en la primera edición de “Alcemos nuestra voz”, explicó a sus compañeros en qué consistía básicamente el proyecto y qué metas se podían alcanzar con su realización. Igualmente, los participantes conocieron de primera mano cuál fue la actitud de los responsables municipales en aquella primera edición, lo que les hizo ver que ni su trabajo ni sus propuestas caerían en saco roto.