Igualdad

Mensajeros de la Paz Extremadura, consciente de la importancia de la sensibilización en materia de igualdad de oportunidades y el respeto a la diversidad sexual, viene desarrollando el Proyecto  “A mi edad, diversidad”, con la subvención concedida desde el Área de Igualdad, Juventud y Residencia Universitaria “Hernán Cortés” de la Diputación de Badajoz.

En esta ocasión se ha desarrollado en el Centro de Día de Puebla de la Calzada, donde se ha abordado el tema con la creación de un grupo abierto de mujeres mayores de 65 años donde de forma voluntaria pueden hablar temas relacionados con el día a día como son: los cambios asociados a la edad, la independencia de las/los hijos/as, las relaciones amorosas y afectivas, etc. A este grupo lo han denominado “Mujeres Maduras”.

A pesar de los avances en los últimos tiempos, siguen existiendo desigualdades reales entre personas en el acceso a la educación, la incorporación al trabajo remunerado, la corresponsabilidad, etc.

En este sentido, existe la necesidad de continuar concienciando a la población, y más especialmente a los colectivos vulnerables o en riesgo, educando para la igualdad y desplegando actuaciones específicas para generar un desarrollo igualitario y sostenible en el tiempo

En particular, en el campo de la vejez, se evidencia una fuerte invisibilización en todo lo referente a la sexualidad y sus modos de vivirla. Cada época, cultura y sociedad marcan un tipo de vejez y, a partir de esta percepción de “ideal”, se juzgan y rechazan aspectos que no coinciden con ese modelo.

Por ello, actividades de concienciación como realiza Mensajeros de la Paz Extremadura,  se hacen imprescindibles.

El grupo de “Mujeres Maduras” del Centro de Día de Puebla de la Calzada ha comenzado compartiendo su yo de la juventud y su yo de hora. Sus vivencias como mujeres, madres, esposas, ahora abuelas e incluso bisabuelas.

Su papel en la sociedad y en su familia ha evolucionado, al igual que el papel de las mujeres en general a lo largo de estos últimos cuarenta años. También lo ha hecho en lo relativo a cómo se vivía antes la sexualidad, tema tabú y totalmente prohibido para ellas antes del matrimonio, mientras que para ellos se “pasaba la mano”, como dicen algunas de las asistentes. Además, las mujeres coinciden en que sus ganas, sus apetencias a la hora del sexo, no eran tenidas en cuenta por sus parejas, y mucho menos su derecho a sentir placer.

Las mayores del Centro de Día de puebla de la Calzada han estado muy comunicativas y han sido muy sinceras durante el desarrollo de la actividad, y han resuelto que ellas vivieron una situación muy diferente a la actual, y que por suerte se ha avanzado mucho para bien, pero que hay que seguir haciéndolo.

Han tratado levemente el tema de la diversidad sexual, resultando muy enriquecedor para todas las presentes y más, si lo que cierra la sesión es una magnífica reflexión  de una de las participantes de 80 años: “ Pues si alguien nace hombre, pero se siente mujer y está “atrapado” en ese cuerpo que no le corresponde, pues adelante, tiene derecho a ser feliz; y los padres y las madres tienen que apoyarlos, igual que a las lesbianas, a los gays… cada uno que quiera a quien le dé la gana”.

¡Qué más se puede pedir! Todo un ejemplo de respeto y de amor por los y las demás. 

Próximamente se seguirá trabajando sobre igualdad en el Centro de Día de Lobón con el taller “Diversidad afectivo-sexual” del que seguro se obtendrán reflexiones y conclusiones tan importantes como los obtenidos en el Centro de Día de Puebla de la Calzada.