La Pesga celebra la segunda edición de La Chiquitía
El Mirador de los Ángeles fusiona las fiestas de otoño y celebra con sus residentes una castañada en la que no faltaron los buñuelos de viento, los higos preñaos y las calabazas de halloween. Los agradecimientos de familiares y amigos se sucedieron en los whatsapp del equipo directivo. Disfruta del sabor con nuestro álbum de imágenes
“¡Enhorabuena, chic@s! He hablado con Kiko y vaya fiesta os habéis marcado! Según sus palabras: “Mejor imposible”, “hemos estado como Reyes”. “Han estado todos los que trabajaban y los que no; no ha faltado de nada…”. En fin,.. mi más sincera enhorabuena y mis más sinceras gracias. Gracias, Gracias (he sentido a mi padre feliz). Que el año que viene lo celebréis igual porque mejor es imposible. Besazos para todos”. Sirva este mensaje recibido en el teléfono del director del Mirador de los Ángeles, Aris Martín, como ejemplo de satisfacción de familiares y usuarios con la celebración de la II edición de La Chiquitía. “Enhorabuena por todo lo que lo organizas –rezaba un segundo mensaje de texto--, tan a lo grande y tan bien!”
Y es que el viernes día 2 de noviembre, usuarios y trabajadores del Mirador de los Ángeles, residencia y centro de día municipal gestionado por Mensajeros de la Paz Extremadura en La Pesga, organizaron una fiesta de otoño por todo lo alto.
A la gastronomía propia de Todos los Santos se sumó una cuidada decoración en la que no faltaban alusiones a tradiciones de otras tierras, como por ejemplo la norteamericana Halloween y sus calabazas decoradas.
La dirección del centro instaló durante una semana una gran mesa expositora a la entrada de la residencia. En ella, usuarios y familiares fueron depositando hasta el día de la celebración productos típicos del otoño: castañas, aceite y aceitunas que el viernes se sumaron a los buñuelos y, naturalmente, al asado de castañas.
“Nosotros celebramos La Chiquitía para que no se pierdan nuestra tradiciones pero también, comenta el director, para fomentar las relaciones entre nuestros residentes”. Al mismo tiempo, trabajar en la preparación de esta larga tradición extremeña ayuda también a “recuperar mitos, leyendas e historias de nuestros mayores alrededor de La chiquitía”.
La implicación del equipo profesional y los residentes con cuantas actividades son propuestas desde la dirección siempre ha sido máxima. Así mientras los segundos invitaban a compañeros y cuidadores a una buena y variada muestra de frutos de otoño, el equipo profesional se desvivía en la cocina. Buñuelos, tartas, higos preñaos y un asado de castaña al aire libre fue el resultado del trabajo en equipo.