El sistema de videoconferencia acerca a los residentes a sus familias
Las caras de sorpresa y felicidad se fueron sucediendo por las distintas residencias de mayores gestionadas por Mensajeros de la Paz Extremadura en la región. ¡Veían a hijos y nietos en la pantalla, como si fuera la televisión! Momentos llenos de ternura se han sucedido de norte a sur desde que Mensajeros de la Paz Extremadura dotó a los centros residenciales de un punto informático y la aplicación Skype, aplicación que permite las vídeo conferencias binarias y grupales.
“Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos, tanto desde el punto de vista humano como profesional, para cuidar con el máximo esmero a nuestros mayores residentes y, al mismo tiempo, creando todos los canales habidos y por haber para facilitar la comunicación con las familias en estos momentos difíciles”, declara Mercedes Murias, presidenta de Mensajeros de la Paz Extremadura e impulsora de esta iniciativa.
La oenegé extremeña ha instalado un punto informático dotado de vídeollamadas en las trece residencias de mayores públicas bajo su gestión, en el Centro Residencial y Familiar de Nuñomoral, para personas con discapacidad intelectual, y en la Comunidad Terapéutica Rozacorderos, de Moraleja, ambos de la Junta de Extremadura y gestionados por la oenegé.
Constancia Barquero, residente en Pinofranqueado, fue la primera en estrenar el sistema. Habló con sus hijos Fernando, que reside en Guijo de Galisteo, y Lourdes, residente en Sevilla. Constancia llegó a disfrutar de hasta tres videoconferencia distintas en una misma tarde y charló animadamente con sus hija Fátima y con Sandra su nieta. Su cuarto vástago no tardó en sumarse a la videoconfencia grupal.
En la residencia municipal de Pinofranqueado la sonrisa y la sorpresa también se dibujaron en la cara Felicita Domínguez Martín que, durante más de 40 minutos, charló con sus hijos, que llamaban desde Tarragona y La Pesga y con su nieta, sentada frente a la pantalla en Salamanca.
También disfrutaron con su familia por Skype, Marcial Guzmán, que a sus 92 años es la alegría de la residencia, siempre presto a deleitar a compañeros y visitantes con su gracejo al tamboril.
Especialmente emocionante fue la llamada que recibió María en Pinofranqueado. Cumplía 83 años y la dirección de la residencia le preparó una llamada sorpresa desde Madrid. Su hija apareció ante sus ojos para desearle feliz día y su madre no pudo contener las lágrimas llena de emoción.
También en la residencia municipal de Peraleda o en la de Hernán Pérez, donde Lidia Iglesias charló con su familia residente en Madrid se vivieron momentos emocionantes, como emocionantes fueron también las primeras experiencias en Torrecilla de los Ángeles donde, Cándida Gordo charló con sus sobrinas-nietas, que llamaron a su pariente desde Montehermoso.
El matrimonio nonagenario formado por Remedios Domínguez y Emilio Susaño charlaron desde la residencia municipal Siete Villas, de Villasbuenas de Gata, con su hijo, residente en Cáceres y desde la provincia de Badajoz, en la residencia municipal Alguijuela de Torremayor, el uso de las nuevas tecnologías pusieron rostro y voz a la llamadas de María Corcho, de 84 años, con su hija residente en Puebla de la Calzada y también a Emilia Cerro, que a sus 95 años pudo ver, charlar y tranquilizar a su nieta, que la llamó desde La Garrovilla.